martes, 4 de julio de 2017

LA ALEGRÍA DE LA LIBERTAD






Es muy fácil hablar de libertad,  y muy difícil  vivirla.

Sin embargo,  en ella nos va la vida y la  felicidad  verdadera:

Libertad más allá de  poder hacer "lo que se me antoje"  en cada impulso,  en cada momento.  

Libertad que trasciende  las pequeñas libertades humanas  y apunta  más lejos,  más alto,  más hondo.

Libertad que gozaron  Víctor Frankl  y Etty Hillesum en  campos de concentración nazi  (misteriosamente libres los más indignamente privados de ella).  

Libertad para elegir  actitud  cuando no podemos controlar  circunstancias:  paciencia para lo  inevitable  pero,   cuando  es posible,  esfuerzo máximo para  cambiar lo adverso.

Libertad para dibujar  sonrisas,  también  cuando no apetece,  pues  transformar positivamente el rostro cambia nuestra actitud. 

Libertad para levantarse  en cada tropiezo o caída  siguiendo adelante como si nada. 

Libertad para amar trocando, incluso,  el propio odio en amor.        
Libertad para aspirar al Infinito  sin atarse a una esclavitud mezquina  que impida  mirar a lo alto y crecer.

Libertad en  Vuelo que engrandece el ser  y procura  la paz.   


 Como dice el poeta: 

 "Libertad, 
             dame tus alas para romper cadenas, 
                                                         tu cielo para bendecir mi tierra..."