En este mundo acelerado no hay quien escape en un momento u otro de la vida. Ten en cuenta, sin embargo, que un nivel mínimo de estrés es natural y necesario para mantener el tono dinámico de la vida sin apatía, con sencilla agilidad diaria.
Pero habrás conocido, en alguna ocasión, ese estado de agitación interior y "cansancio mental" que se genera cuando las circunstancias parecen "exigir" un nivel de rendimiento superior a nuestras fuerzas, y nos sentimos desbordados. Si se mantiene en el tiempo, deteriora la calidad de vida pudiendo provocar importantes trastornos físicos y mentales.
Cuando esto se acerca o evidencia en la vida, hay que saber parar. Detente. Piensa si esa exigencia que percibes es necesaria. Piensa también si es objetiva o, en el fondo, proviene de ti: dependencia de los demás, aprobación ajena, perfeccionismo, ambición desmesurada. En el mundo estrecho y rutinario de la vida cotidiana, nos movemos a menudo en el interior de una jaula sin encontrar nunca la puerta para volar.
Esa puerta o ventana de frescura y aire renovador no se encuentra, materialmente, en una vida intensa, compleja y difícil. Hay que buscarla en lo Interior como brecha, hendidura que abre el Ser a otra dimensión situada más allá, por encima y en lo más hondo ( valga la situación dialéctica) de nuestros habituales parámetros espacio-temporales.
Para acceder a esta búsqueda hace falta, justamente, concederle espacios y tiempos de la vida. No hay otra opción. Si buscas la verdadera libertad, has de saber que la llave y la puerta de tu libertad están aguardando en el Interior de ti mismo. Medita, escuchando el ser. Ora, si eres creyente. Despertarás a una realidad Trascendente (Transpersonal) que transformará tu vida, y nada volverá a ser como antes.
Relaja el cuerpo, Respira hondo, calma la mente, desconecta... Ábrete al Misterio y espera en silencio su Palabra, el Mensaje que te reserva. Llegarás a escucharlo, a percibirlo, aún sin palabras. A las puertas del Misterio parece abismarse un gran vacío... El paso acertado para ti, cuando sientas el momento, será saltar: Abandonarte, Confiar... Y hallarás la Fuente, de la cual fluye, incesante, el verdadero río de la vida.
Encontrarás Serenidad y establecerás los verdaderos retos en otro lugar y a otro nivel. Aprenderás a "dar al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios", sin desproporcionar, aprendiendo un nuevo Equilibrio, Motivado, de la vida y del Ser.