Y, como tal, siempre mejorable en belleza y creatividad. Más allá del natural de cada uno, de su mayor o menor grado de sensibilidad, empatía y otras habilidades sociales (HHSS), la consciencia, empeño y voluntad de todos los miembros son igualmente necesarios para fructificar. Como decía un sabio, la convivencia es un arte, pero antes de serlo, es una disciplina.
Para ello harán falta aprendizajes que, además de hacernos crecer y madurar, cuando se convierten en hábitos, nos mejorarán como personas y enriquecerán nuestra relacionabilidad.
-Comunicar. Imprescindible para el ser humano como criatura social, dotado, además, de una capacidad de lenguaje único en la naturaleza. Comunicación como expresar sencillo y asertivo, pero también escucha atenta, acogedora y comprensiva del otro. El diálogo es fundamental.
-Respetar. Consideración hacia el otro, aprecio, valoración, derecho a la libertad... (mientras que no tope con el derecho de los demás).
-Interactuar. De manera habitual, amable y sencilla, es capaz de sanear todos los ámbitos. La sonrisa, la cortesía, la delicadeza... y esas tres palabras mágicas: gracias, perdón, por favor... obran milagros en ambientes y personas.
-Tolerancia y acogida. Las diferencias humanas deben ser causa de enriquecimiento mutuo, no de división. El otro será siempre único e irrepetible del que alguna cosa podré aprender.
-Espíritu de paz y no agresión en circunstancias, que siempre llegan, de impaciencia o enojo. Aprender el control de la ira sin llegar nunca al insulto o la descalificación. Mejor calmarse y en un momento tranquilo, recurrir al diálogo sincero para aclarar la situación.
-Cuidar a las personas, interesarse por ellas. Colaborar. Distribuir equitativamente las tareas en ambientes compartidos.
-Dar confianza y libertad. Pruebas de amistad en todo y para todos.
-Y aprender a dar siempre lo mejor de nosotros mismos.
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La convivencia es la gran maestra que nos enseñará mucho de paciencia, ecuanimidad, autocontrol, conocimiento propio y del otro, humildad, tolerancia, respeto y un sinfín de valores más.