jueves, 18 de junio de 2020

CAER Y LEVANTARSE




No hay camino en la vida que no tenga dificultades y tropiezos.  Es lo normal y forma parte del aprendizaje  básico  para crecer y madurar,  aprovechando constructivamente el tiempo que pasamos en este mundo.  

Si te has propuesto logros personales, profesionales, relacionales,  o metas de otro tipo,  ten siempre presente que el fracaso resulta  aleccionador.   Grandes personas de la historia, que hicieron avanzar el mundo,  aprendieron una y otra vez de sus errores, sabiendo que equivocarse forma parte de la vida y que,  además, la construye.  

Decía Albert Einstein que quien nunca cometió un error jamás intentó algo nuevo.  Ralph Nader asegura que tu maestro es la última equivocación que tuviste y Skinner,  investigador incansable de la mejor Psicología experimental, que sabía mucho de aprendizaje por "ensayo y error", decía por experiencia que ... el verdadero error es dejar de intentarlo.  
Sí, cada yerro conlleva una clave de éxito y enseña cosas muy valiosas. 

Así,  si tropiezas y caes, por debilidad propia o por circunstancias de la vida,  no pasa nada, nunca pierdas la ilusión ni la alegría por retomar el camino, mantenerlo con constancia y lograr tus  metas.  

Y si tropiezas siempre en la misma piedra, no te desanimes, tampoco pasa nada.  Trabajarás el autoconocimiento y el realismo (una percepción correcta y objetiva de la realidad).   A continuación,  entrenarás  la perseverancia, esa gran virtud que,  junto con la  paciencia,  suponen  la clave escondida, el soporte silencioso del triunfo mejor logrado.  Añade a ello motivación, alegría, entusiasmo, gratitud,  esperanza.  

Y otro pequeño secreto para no caer en el cansancio,  la amargura o el estrés, cuando todo tarda mucho y se hace dificultoso, largo y pesado alcanzar tus objetivos:  disfruta del  camino.