lunes, 10 de febrero de 2020

AMIGOS Y SALUD EMOCIONAL




Según el diccionario, Amistad es "Afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato".

Esta realidad, tan humana y ancestral,  que acompaña nuestra raza desde su despertar consciente en la tierra,  ha contribuido, sin duda alguna,  al progreso humano,  su evolución y la  calidad de vida que actualmente goza.   Su esencia es amor, que  con sus múltiples maneras de manifestarse y expresarse,  es el verdadero aglutinante  de la comunidad humana.

El otro sirve para conocer y entender  al ser humano en general en su maravillosa diversidad...  pero también para conocernos a nosotros mismos.   De alguna manera,  los demás nos sirven de espejo y reflejan muchas cosas que nunca llegaríamos a percibir mirándonos solo a nosotros mismos.  Y si,  además,  ese "otro" es buen amigo,  nos ayudará a procesar aún mejor el conocimiento propio,  su sinceridad no dejará sombras y supondrá un estímulo para  mejorar,  limando defectos y potenciando lo mejor de cada persona.  Todo ello contribuye  a la configuración madura y adulta del yo social y relacional.

Incluso en las peores condiciones de adversidad humana,  puede encontrarse un amigo.   Elie Wiesel,  un judío apresado en Auschwitz y Buchenwald,  sobreviviente a la sobrecogedora masacre  del Holocausto y premio Nobel de la Paz, afirmaba: "Sé que,  incluso en las tinieblas, resulta posible crear la luz y nutrir de compasión los sueños.  Que uno puede pensarse libre y libertador en el interior de las prisiones.  Que,  hasta en el exilio, la amistad existe y puede llegar a ser un ancla".    Y añadía:  "La amistad marca una vida aún más profundamente que el amor. Los riesgos del amor degeneran en obsesión,  pero la amistad no es otra cosa que compartir".  

El amigo  sostiene y mejora nuestra estima, apoya en tiempo difícil y amortigua el estrés, genera sentimientos de pertenencia,   alienta el crecimiento personal,  la autenticidad y el equilibrio emocional,  procura bienestar y felicidad. 
A pesar de que todas las emociones pueden darse en una relación de amistad,  la tónica general es de energía positiva y alegría.                                 

Amigos se van haciendo desde la primera infancia  y van cumpliendo su función en cada etapa de vida.  Pueden situarse a mayor o menor distancia  y habrá siempre distintos niveles de confianza.  Pero todos son importantes, cada cual a su nivel,  en su  particular ambiente y con su función interrelacional concreta. ¡Cuídalos!