Esta actitud (virtud) que se adquiere en la primera infancia gracias a la adecuada atención parental, resulta un componente muy importante para el crecimiento personal, configurando una matriz estable evolutiva de maduración exitosa.
Ayuda a generar metas ilusionantes en la vida y a buscar activamente caminos para conseguirlas:
- En psicología positiva se considera una adquisición valiosa para la personalidad, que mejora la calidad de vida en todos los sentidos.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6MftVFbEVvywY8o9xpvojs2udnjvkYCDI4pywhJzfj1gNdVA5qnZI70gC9IoP5GKTZqMWlevHCjkeXPmRyIsyi8mPo1C4g6w_iTn8gJuhZZgXcWodGK-fwqosG_ruaBYIpDbxjiVDT24z/s320/flowerpot-2756428__340.jpg)
Decía Víctor Frankl (creador de la Escuela de Sentido o Logoterapia): Sanar es aprender a leer comprensiva e integradoramente la propia existencia con apertura vital a su profundo sentido. Si en esta vivenciada y social comprensión “lo que me (y nos) construye va mas deprisa que lo que nos destruye”, hay lugar para la esperanza.
Es decir, la vida será siempre una moneda de dos caras o una botella a medio llenar. Según qué lado de la moneda haces particularmente relevante, o pese más en ti aquello que falta que lo que está lleno, potenciarás tu esperanza o le cortarás las alas.
Confiar en la vida, más allá de tí mismo, es la otra columna que asienta la esperanza, la alimenta y fortalece. Te hace resiliente.
¡No te rindas!