domingo, 21 de octubre de 2018

AUTOESTIMA




"Piensa bien y te sentirás mejor" expresaría como lema el núcleo denso de la Psicología cognitivo-conductual, que busca el equilibrio emocional  mediante la reflexión,  la visualización y la acción.  Como dice un proverbio chino  "no podemos evitar que los pájaros de la tristeza sobrevuelen nuestras cabezas,  pero sí podemos impedir que aniden en nuestros cabellos"

Y Maslow,  el psicólogo que estableció la pirámide de necesidades básicas humanas,  afirmaba: "Es imposible la salud psicológica,  a no ser que lo esencial de la persona sea fundamentalmente amado,  aceptado y respetado por otros y  por ella misma"

Con lo cual,  hay que pensar bien de nosotros mismos, es decir,  querernos,  valorarnos con objetividad positiva,  asumiendo imperfección e insuficiencias (no somos perfectos) para construir un yo saludable e integrado.   Y esto no es contrario a la humildad,  pues como diría  Teresa de Jesús,  "humildad es andar en verdad"   y por tanto,  no hay que permitir al  "fantasma del  egoísmo ahuyentar el sano amor a sí mismo"  (G. Monge)

La autoestima  supone,  así,  un conjunto de percepciones evaluativas,  sentimientos y tendencias conductuales que vamos construyendo sobre nosotros mismos  (autoimagen)  a todos los niveles.   Es inherente al ser humano,  es decir,  siempre existe,  ya sea alta o baja,  positiva o negativa.  Por eso es importante situarla adecuadamente,  de manera realista,  y valorarla para potenciar lo mejor de nosotros mismos,  intentando superar en lo posible nuestras deficiencias y aceptando en paz lo que no podemos cambiar. 

La autoestima positiva y razonable  es necesaria para una vida saludable,  para poder luchar contra la adversidad y ser resiliente,   para relacionarse de manera equilibrada,  para un aprendizaje consistente en la escuela de la vida...    

Como decía P. Solignac:   "Conozco una sola definición de la felicidad:  Ser un buen amigo de sí mismo".   
                              
                                    





miércoles, 3 de octubre de 2018

¿ERES CREATIVO?




Hablar de creatividad significa  hablar de pensamiento divergente.   Es decir,  una manera de buscar soluciones  generando  ideas  nuevas y diversas (no habituales en el imaginario colectivo),   explorando sus posibilidades.  Supone fluidez,  flexibilidad,  originalidad. 

Una vez seleccionada la estrategia  que más conviene,  es el pensamiento convergente quien se encarga de implementarla en la realidad.   

La Creatividad  se asocia al talento,  el genio o la inventiva,  pero no es cualidad de élites,  y esto importa mucho tenerlo claro.   Todo ser humano lleva inscrita en su ADN esta potencialidad, que  se relaciona con la personalidad y con el ambiente sociocultural del momento

Se presenta tanto como una habilidad  como de una actitud ante la vida y,  aún más allá ,  como un estilo de vida.   Constituye así  una excelente herramienta de salud que permitirá la mejor adaptabilidad de las personas a las circunstancias cambiantes de la vida.   Los resultados de todo proceso creativo auténtico  repercuten en la sociedad,  enriquecen la cultura y contribuyen a mejorar la calidad de vida de los pueblos.     

Como decíamos,  es una habilidad que se desarrolla,  y es importante potenciarla desde la infancia.  Resultará un instrumento poderoso para una vida plena,  de Crecimiento continuo y Consciencia,  capaz de cambiar,  sobre la marcha,  patrones de vida inadecuados que puedan sofocarla.

Según  Csikszentmihalyi  (1998),  ser creativo supone una "seguridad interior de que lo que se piensa o se hace es algo bueno y valioso".  

Y para llegar a esto,  hay que desarrollar:   Fluidez mental para las ideas;  Flexibilidad (mirar desde ángulos diversos);  Originalidad (ideas nuevas y "raras");  Viabilidad (ideas factibles,  realizables);   Fineza de percepción; Capacidad Crítica; Curiosidad Intelectual; Imaginación;  Tenacidad (constancia, esfuerzo, disciplina);  Tolerancia al fracaso y a la frustraciónCapacidad de decisiónAutoestima (sin miedo a la propia imagen); Apertura y Libertad  (para las nuevas ideas,  sin excesos lógicos);  Audacia y Entusiasmo;  CompromisoProfundidad de reflexión.   Autovigilancia  (para  no caer en  el tedio o  monotonía del pensamiento);  Resiliencia (problemas y  cambios inesperados  se acogen como una oportunidad para aprender, crecer y mejorar). 

Como un sabio afirmaría,  la Creatividad es la mayor rebelión que enriquece la existencia.