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Jalonan la vida particular de las personas y suponen un reto de aprendizaje y crecimiento para superarlas y evolucionar como interesa.
La palabra "crisis" proviene del latín y a su vez del griego, significando "decisión" ante una "coyuntura de cambios" en situaciones que, tras un tiempo de continuidad, se desestabilizan por factores ajenos y necesitan adaptarse a la nueva situación. Siempre en busca del equilibrio necesario.
La crisis puede suponer un parón en la vida y necesitar un tiempo de profunda reflexión. Con lo cual, se rompen y cuestionan inercias anteriores, automáticas y rutinarias que, quizás, ya no interesa mantener.
Las crisis ayudan a expresar emociones atascadas y en ocasiones de fuerte impacto, siendo posibles fenómenos de enajenamiento y despersonalización... como si no nos reconociéramos en lo que nos está pasando. Puede aparecer ansiedad o depresión ante el aturdimiento, la incomprensión y dureza de lo que acontece.
Sin embargo, respirando hondo y procurando mantener la paz interior, la mente va acostumbrándose a la nueva situación y la incertidumbre que plantea, buscando introspectivamente las mejores actitudes para afrontarla. Entonces, poco a poco, va asumiéndose que esta etapa de la vida supone un nuevo inicio para seguir conformando y fortaleciendo la propia personalidad y construyendo una vida plena.
Decía Herman Hesse en su Siddharta: “Aquí estoy, consciente de que nada poseo. Ahora he de empezar de nuevo”
No hay que rehuir las emociones negativas que se experimentan y acompañan de manera adaptativa estos momentos: para preservar las propias energías (ánimo bajo, a veces depresivo, para la reflexión); para saber decir adiós a lo anterior que ya no nos pertenece y para resituarnos en el presente que se renueva. El miedo sirve para depurar lo que realmente importa y la rabia, como desahogo emocional, pone límites a una situación externa negativa que nos puede estar dañando. Todo ello apunta a una nueva realidad en la que urge avanzar y vivir en libertad.
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Finalmente, hay que reconocer al ser que emerge de la prueba con una identidad más fortalecida y consistente, capaz de generar una muy superior calidad vida.
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