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Si analizamos con suficiente perspectiva la evolución de la propia
vida, la vida de otros, y también la evolución de grandes colectivos,
nos daremos cuenta de que con el transcurrir del tiempo, no
justificamos las decisiones de igual manera, ni
argumentamos con las mismas razones. La conciencia moral es una estructura personal cuya función consiste en tomar decisiones sobre lo que debemos hacer y lo que debemos rechazar.
La evolución general avanza (al igual que la psicología infantil),
desde niveles más inmaduros y egocéntricos, hacia niveles más maduros
y altruistas. Aunque, también es verdad, algunos quedan anclados
en niveles anteriores, incapaces, psicológicamente,
de ir más allá.
Khoelberg, psicólogo contemporáneo, discípulo del gran evolutivo Jean Piaget, considera que el desarrollo moral de una persona (acompañado por un desarrollo psicológico
concomitante), pasa por tres grandes niveles: preconvencional, convencional y postconvencional.
Cada nivel contendría dos estadios o subniveles, así, el nivel más primitivo o preconvencional (en el cual, el stma. normativo es una realidad externa que regula
la vida y la conducta siendo respetado únicamente por las consecuencias de premio o castigo que se producen) pasaría por el estadio 1 (obediencia y miedo al castigo) y por el estadio 2 (favorecimiento de los propios intereses:
"hedonismo ingenuo").
El mundo de la infancia, hasta la adolescencia, se encontraría en este nivel.
En el nivel convencional las personas viven identificadas con el grupo y procuran responder según las expectativas que los demás tienen sobre ellos. Algo será
"bueno o malo" según lo considere el grupo social de pertenencia.
Este nivel integra el estadio 3 ( las personas procuran agradar a los más próximos significativos; la primera adolescencia se mueve aquí pero muchos adultos
permanecen anclados en este estadio) y el estadio 4 ( la persona se deja guiar por las normas sociales establecidas).
En este nivel comienza la autonomía moral que
responde a las normas, no por autoritarismo ni miedo al castigo,
sino por responsabilidad hacia el bien común. Se supone la "edad
adulta de la moral" y, en un desarrollo adecuado, se llega a él ya pasada la adolescencia.
El nivel post-convencional supone
comprensión y aceptación de aquellos principios morales generales
que, de fondo, inspiran las normas. Es decir, los principios
racionalmente escogidos tienen más valor que las normas.
Comprendería el estadio 5, de los derechos y libertades humanas (las normas que fueran en contra de ellas, se pueden ignorar apelando a la conciencia). Y el estadio
6 de los principios éticos universales (que tienen prioridad sobre las obligaciones legales e institucionales convencionales).
Aquí impera la regla de oro de la moralidad : "no quieras para otro lo que no quieras para ti" o, "lo que quieras para ti, propícialo para los demás", que sería el
"ama a tu prójimo como a ti mismo" que enseñó Jesús. Sería el nivel de los grandes luchadores contra la injusticia: Jesús, Gandhi, Luther King...
Se trabaja actualmente en un posible nivel post-post convencional que implicaría la conciencia Mística, más
allá de lo meramente humano, que alcanzarían
aquellos grandes Humanistas que son también grandes Maestros
Espirituales (igualmente, Jesucristo, Gandhi, Luther King...).
De todo esto se infiere, el gran peso de la conciencia humana en el análisis de la realidad, y se entiende, así, la manera diferente de ver las cosas entre
las personas dependiendo del nivel de conciencia en que se hallare cada cual (según su momento de vida).
El desarrollo evolutivo de la vida es un vector de sentido irreversible
aunque no todos avanzan a la misma velocidad. Por eso, hay que
tener paciencia, saber
dialogar, saber esperar sin abandonar la propia marcha
pero respetando profundamente el momento de cada cual, y confiando
en esa Fuerza (algunos decimos Espíritu), que hace avanzar el mundo
(y al ser humano en él), y no lo detendrá.
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