![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgpd2fS-GIsTmtU0xuydDgWcVP-8ufYvDEilMu-8w2wri0aluu8KAhVnieDm5tYbgiAK1hc0b8V5zbEcA5ltSfB2LSBE7xj-5IMumSmjKTRl6W6u-LvLrEGS_F78hAX1sVdhKtQYwXomNMD/s320/coronavirus-4914026_1920+%25281%2529.jpg)
De repente, la vida nos ha cambiado a todos, aunque en condiciones/matices diversos y distintos grados de implicación.
Unos por otros hemos tenido que cambiar pautas habituales en el quehacer cotidiano, con la conciencia de pensar, no solamente en nosotros mismos, sino en los demás, lo cual hace sentirnos parte de un colectivo que resiste unido por la supervivencia con coraje y solidaridad.
Dice un proverbio turco: "Las noches están encintas. Y nadie conoce sabe el día que nacerá después". Es asunto nuestro imaginarlo pues, como dice el Zohar, "nada real existe si no ha sido antes, soñado".-
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyWeP4kwGJbyHYxdFr60mecRnWjIaQphyI2PetGuRN0iBSFU2YmX-QrTo9d8kp5nnranyJzsjNmx3HT7MZ4s5qsAMa_0XOjSlpRiLuK8MkcPJ00GklvKYFLhcGIki04iZp6eEFh8nGQTVO/s200/shut-in-4561420_1920.jpg)
En el actual confinamiento, se alteran por estrés tres grandes sistemas del cuerpo humano y su funcionamiento: nervioso, endocrino e inmunológico con sus correlatos psicológicos y emocionales, restando defensas para hacer frente a patógenos e infecciones.
El estrés afecta, por tanto, al sistema inmune y al estado de ánimo. Y sus consecuencias tóxicas mentales, emocionales y conductuales alimentan miedos, pensamientos catastrofistas, conductas irracionales ilógicas.
![Alt= Fotografía de Agencia EFE firmada por Marcial Guillén de una familia aplaudiendo a los sanitarios en Murcia](https://www.practicaespanol.com/wp-content/uploads/Alt-Fotograf%C3%ADa-de-Agencia-EFE-firmada-por-Marcial-Guill%C3%A9n-de-una-familia-aplaudiendo-a-los-sanitarios-en-Murcia.jpg)
Para gestionar bien estas situaciones os ofrezco las mejores medicinas:
-Ejercicio físico moderado, una de las mejores.
-Contacto con la naturaleza, también por imágenes, fotos, vídeos, incluso imaginado (genera sensaciones que producen hormonas del bienestar, serotonina y dopamina).
-Escuchar música favorita, cantar, bailar, expresión corporal en libertad.
-Jugar, con/como los niños.
-Meditación y respiración consciente. No solo dedicando un tiempo expreso a ello, pues se puede limpiar, cocinar y cualquier otra tarea, meditando por medio de la atención plena y tomando consciencia de la respiración.
-Reír, sentido del humor, la risa mata el miedo; tómate la risa en serio como importante medicina, que favorece el funcionamiento de los tres sistemas mencionados.
-Actividades gratificantes para sentirnos mejor, y no permitir que el eje tóxico pensamiento-emoción tome las riendas.
La salud no es solo la ausencia de enfermedad; es saber gestionar lo que pensamos, sentimos y actuamos con tres herramientas básicas: disciplina física y mental, responsabilidad y confianza, sabiendo que esta situación se acabará.
-No toca rumiar, dar vueltas, criticar, sentenciar... (cuando el cóctel de emociones que nos vive no lo digerimos bien, los proyectamos hacia afuera buscando culpables). Estar alerta con la "infoxicación", sobredosis de información que envenena el pensamiento: al no poderse refutar solo queda tragarla.
-Toca ahora comprensión, solidaridad, darnos cuenta de que estamos trabajando por nuestra salud personal y social. En esta lucha "confinada", no importa lo que no podemos sino lo que sí podemos, y hay que centrarse en ello.
Somos vulnerables y aceptar plenamente esta realidad no nos hace más débiles sino más fuertes.
Vivimos unidos, interconectados para lo bueno y para lo malo, y así saldremos adelante.
Por último, como reflexión final, sabemos que todo lo que acontece en la vida enseña algo; plantéate: ¿qué estás aprendiendo tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario